Adaptación: Remy Bastien
Guion: M. Arce
Dibujo: Carlos Moro
Portada: F. Samaniego
Publicado en México por Novedades Editores
el 2 de Septiembre de 1987

Novedades Editores presento a partir de la ultima sema de Agosto de 1987 una nueva revista llamada Hombres y Héroes, una revista que presentaba como nunca historias ilustradas de las gestas heroicas que dieron forma al mundo, además presentarían las biografías de los hombres que cambiaron la historia y las más apasionantes aventuras nunca antes vistas en historietas, presentaron gestas heroicas como: Combate en Camarón, Legionarios contra Juaristas, La Guerra de los Gladiadores, La batalla de Stalingrado o bien biografías de personajes como: Alejandro Magno, Buda, Napoleón, Netzahualcóyotl, Marco Polo, Emiliano Zapata y muchos más, en este primer ejemplar que tengo en mi poder correspondiente al número dos de esta sensacional serie se habla sobre La guerra Santa.

Una historia que se dio ante la lucha de los Católicos contra los turcos que se habían apoderado ya de Jerusalén y no les permitían a los mismos visitar la ciudad santa, por lo que el Papa Urbano II ante la gravedad de la situación y los incontables ataques de los Turcos y sus invasiones le hicieron convocar a todos los hombres Cristianos que había en Europa para alzarse en armas contra lo que ellos consideraban una injusticia, pero también esto obedecería a los intereses como siempre de una iglesia preocupada por no perder el control del mundo y sobre todo ante la pérdida de Cristianos.

Por esto es que fueron convocados desde hombres sencillos como jardineros, panaderos o herreros, hasta hombres ricos y que se unían para bien en un principio de todos pero que no sabían que el camino era largo tan solo para llegar a Jerusalén desde sus lugares de origen, pues no todos contaban con caballos y seria la travesía a pie para cumplir el objetivo real del Papa Urbano II que era primero liberar a Jerusalén de los turcos y a su vez detener sus invasiones, pero también llevando como estandarte la señal de la cruz, siendo conocidos desde entonces como Los Cruzados, hombres en su mayoría llenos de fe y esperanza por algo en lo que creían pero que en realidad eran manipulados por la iglesia, algo que siempre se negó pero que todos hemos visto como la historia se repite a pesar del paso de los siglos.

Los días largos y la gran distancia para llegar a Jerusalén fueron minando al enorme ejercito de Cristianos, además a esto se le debería añadir que en el camino fueron asaltados, atacados, y por muchos apedreados que no conjugaban con sus ideas, por lo que al paso de los días y semanas muchos de estos Cristianos fueron tomando como parte suya lo que encontraban cometiendo las mismas vilezas que los Turcos, al robar, tomar mujeres e incluso matar en el nombre de Jesucristo, algo que sería lo peor que harían, desviándose del objetivo inicial, pero por fin un día pudieron llegar a su objetivo.

Los días largos y la gran distancia para llegar a Jerusalén fueron minando al enorme ejercito de Cristianos, además a esto se le debería añadir que en el camino fueron asaltados, atacados, y por muchos apedreados que no conjugaban con sus ideas, por lo que al paso de los días y semanas muchos de estos Cristianos fueron tomando como parte suya lo que encontraban cometiendo las mismas vilezas que los Turcos, al robar, tomar mujeres e incluso matar en el nombre de Jesucristo, algo que sería lo peor que harían, desviándose del objetivo inicial, pero por fin un día pudieron llegar a su objetivo.

Cuando por fin lograron llegar hasta Jerusalén la batalla por liberar la ciudad santa cobro muchas víctimas y la ira que guiaba a algunos de los Cruzados los llevo a mostrarse crueles y matar mujeres y niños que aunque eran Turcos no tenían la culpa de las atrocidades cometidas por los hombres, pero finalmente la ciudad fue liberada y muchos lograron detener a los barbaros que se habían unido a la causa, una guerra santa que solo dejo muerte absurda pues en el camino hubo Cristianos que se quedaron con tierras que no les pertenecían hablando en nombre de Dios y eso nunca fue corregido, décadas después de la victoria rencillas entre los grandes señores y nuevos embates de los árabes volverían a cambiar completamente el panorama de la Tierra Santa, habría nuevas y sangrientas cruzadas pero eso ya seria tema de otras historias.